Rescatando labores del pasado.

Este Mini-quilt, ha sido uno de las labores que hice estas pasadas navidades, para adornar mi hogar por esas fechas. Lo compré en la Feria de Tendencias Creativa de Valladolid. No llevaba pensado comprar ningún kit, pero al verlo no pude resistir la tentación y caí de lleno en ella.

No sé que fue lo que me atrajo tanto, el significado que tiene, el diseño, las telas, que me encantaron, o las caritas tan simpáticas de la mulita y el buey.

Me ha gustado mucho hacerlo y ver como se iba transformando y adquiriendo forma. Mi amiga Elvira de Huelva, me regaló el colgador en la misma feria, cuando tuve el placer de conocerla personalmente. Muchísimas gracias por tan precioso detalle y por tu apreciada amistad.

Tenía ganas de hacer un llavero y como los diseños de casitas me apasionan........decidí hacerme el que veis en la imagen.

Parece fácil y realmente lo es, lo que ocurre es que yo lo compliqué un poco. Deseaba unas ventanas que tuvieran macetas con flores..........y como son tan pequeñitas, no sabéis los días que estuve revolviendo entre mis telas, hasta dar con ellas.

Igual me pasó con el zócalo, querían que parecieran azulejos de colores......no paré hasta que conseguí algo parecido a la idea que tenía.

Desde hacía tiempo, tenía el deseo de realizar un costurero de viaje. No lo quería demasiado grande y tampoco que ocupara mucho espacio en la maleta.

Por mi profesión siempre llevo un sinfín de cosas en la maleta. Casi siempre, cuando llega el momento de cerrarla, acabo jugando con ella al "Tetris" y eso que la maleta es casi más grande que yo jejeje.

Quería que el costurero de viaje fuera pequeño, pero a la vez espacioso y este que veis en la fotografía cumple con lo que deseaba. Cerrado, como en la imagen anterior, se ve pequeño, pero desplegado ya no lo es tanto.

Siempre lo llevo con lo necesario por si tengo una urgencia, un dobladillo desgarrado, un botón a punto de caer........pero, aunque no disponga de tiempo libre, va acompañado de alguna pequeña labor, para aprovechar los ratitos libres.

Aquí tenéis la parte trasera del llavero-casita y del costurero cerrado con mis iniciales. El cordón del llavero-casita, está realizado en lana y sirve para esconder las llaves dentro de ella, así nadie se da cuenta que es un llavero. Se esconde el cordón cuando sacas las llaves. Podéis ver el cordón que une le tejado de la casita con la bolsita, en la tercera fotografía. El cordón tiene su propia historia.

Desde pequeña me han apasionado las labores y manualidades. Mi madre me enseñó con siete años a realizar mis primeras labores de costura, punto de cruz y el cordón que veis. Hoy existe una maquinita para hacerlo de forma rápida. Pero entonces no existía y lo hacíamos con un tubo de los que se utilizan en peluquería y cuatro horquillas. Seguro que muchas de vosotras lo habéis hecho de pequeñas. Servían como lazo, para adornar el cabello o peinado que llevaras.

El que lleva la casita, lo conservaba mi madre de recuerdo y se lo pedí para que adornara una labor y nunca se pierda. Apenas recordaba como se hacían estos lazos, menos mal que tengo buena memoria y en cuanto he intentado hacer uno...............se han ido despejando las dudas, y he vuelto a rescatar esta labor que tanto me entretenía y divertía en mi niñez ,durante los recreos en el colegio. !Que tengáis una buena semana.!

Paseando por el tiempo.

El invierno pasado, ordenando mis recuerdos de niña, me produjo nostalgia dos bufandas de corbata, que había realizado cuando tenía once años. Sentí deseos de retomar, de nuevo, la labor del punto, que tanto me había entusiasmado en mi niñez. Así que compré lana y me dispuse a hacer esta bufanda en tonos rosa.

Apenas recordaba como se hacían, menos mal que una amiga, compañera del curso de pintura en tela, me refrescó la memoria y en pocos días, tenía terminada la labor. Para aprovechar la lana que me sobró, hice un pequeño neceser, que siempre me viene bien para tener las cosas ordenadas en el bolso.

A mi madre le encantó la bufanda de corbata, así que lo recordé por navidades y le hice estas que veis. Le ha gustado mucho, pues es muy friolera y las bufandas son muy abrigaditas.

Me apetece mucho mostraros, las dos bufandas que hice de niña. Mi madre entre sus lanas tenía lo que había sobrado de la bufanda color lila. Así que gracias a eso, la he podido ampliar y aprovechar. Hoy la tiene ella y le encanta ponérsela debajo del abrigo, cuando sale en las frías mañanas a caminar.

Estas tres bufandas, junto con los regalos que había comprado, han sido parte de los presentes de estas navidades, para algunos de mis seres queridos. La bufanda de color beige, la hice para mi padre, la roja, para mi sobrino Jesús y la marrón chocolate, para mi marido.

Es la primera vez que he puesto flecos, no sabía hacerlos. Pensé en dejarlas sin flecos, pero me pareció que iban a quedar más bonitas y completas con ellos. Así que miré por la red y encontré unas fotografías donde se veían como se hacía, decidí probar y este es el resultado.

Regalos y adornos navideños.

Desde mediados de septiembre, cuando el calor empezó a darnos una pequeña tregua, comencé a pensar y realizar los adornos y regalos para navidad. Había visto, por la red, pastelitos de muchos tipos y formas, principalmente en fieltro, auténticas preciosidades.

Como estoy aprendiendo ganchillo, me apeteció hacer unos acericos con forma de pasteles y rosquillas a crochet. No encontré, entre mis cosas, ningún patrón así que, decidí probar y hacerlos a mi manera.

Me costó bastante trabajo al principio, pues no tenía mucha idea, hice y deshice muchas veces. Finalmente fueron tomando forma e realicé los que véis en la imágen, fue lo más parecido a la idea que tenía. Al menos les gustó a las amigas a las que iban destinados. Habrá que mejorar la técnica para otra vez.

Estos claveles han acompañado a los pastelitos en los regalos de navidad. Los había visto por algunos blogs y me encantaron. Me habían cautivado por ser un detalle muy curioso, original y a la vez práctico. Lo primero que me atrajo de ellos fue el pequeño secreto que escondían.

Aparentemente son unos claveles de ganchillo, pero......son algo más. Es un simpático "busca tijeras" que en su interior o cáliz, esconde un "guarda dedal". Si os fijáis en la fotografía, en el clavel blanco y rojo se ve el dedal guardado, pero si no queréis que se vea......mirad el clavel blanco, está en la misma posición que el blanco y rojo, lleva dentro el dedal, pero se puede cerrar para que nadie sepa el secreto que esconde.

Los he realizado "a ojo" y también "a mi manera", por no haber podido conseguir el patrón. Disfruté mucho haciéndolos y aunque tuve que intentarlo varias veces.........al final conseguí que se pareciera a las fotos que había visto. Lo que más me gusta de ellos es lo útiles que son.

Este ha sido uno de los adornos que ha lucido a la entrada de mi hogar estas navidades. No soy mucho de "Papa Noel", en casa todos preferimos a "Los Reyes Magos". Es cuestión basicamente de tradición. Pero cuando ví estos diseños no pude resistirme y me lancé a hacerlos, fue un amor a primera vista.

Los dos Papa Noel han decorado mi árbol y el Papa Noel con su saludo habitual, ha dado la bienvenida a mi hogar a todos los familiares y amigos que nos han visitado en las fiestas.

Me divertí mucho haciéndolos. Los ví en un blog donde los explicaban muy bien, me hubiera gustado daros el enlace pero no lo tengo ahora mismo, pues estoy escribiendo desde el portátil y tengo guardado el link en el ordenador fijo, así que si alguna persona está interesada en hacerlos.......escribirme un comentario que, en cuanto pueda, lo localizo y os lo hago llegar.

Me encantan los grannys, así que cuando ví por la red estos pinitos o árbolitos navideños......no pude resistirme y me puse manos a la obra. Son muy fáciles y quedan muy resultones. También han sido parte de la decoración navideña de mi hogar.

Me resultaban un poco grandes para colgarlos como adorno del árbol, así que han sido parte del fondo de mi belén de patchwork. Que tengáis una buena semana.

Un regalo histórico y entrañable.

El pasado domingo no fue un día cualquiera, aunque al levantarnos no podíamos ni por un instante sospechar la sorpresa que se avecinaba. Desde la noche del viérnes andaba bromeando con mi familia sobre la alta probabilidad que había de nevadas en toda la Sierra Norte. Sabíamos que había caído una pequeña nevada en algunos pueblos de la Sierra ese día, como en Guadalcanal y Alanís de la Sierra. Teníamos ganas de que nevara, la última vez que vimos nevar en El Pedroso, fue hace algo más de tres años.

La que más ilusionada estaba y más ganas tenía de nieve era yo, pero no ya por mí, sino por mis padres. Ellos se quedaron sin ver y disfrutar la anterior nevada y desde entonces tenía el deseo de que nevara de nuevo en su pueblo, para que ellos pudieran emocionarse y disfrutar. Incluso el sábado recorrimos algunos de los pueblos de la Sierra Norte con ellos, buscando paisajes nevados.

El domingo amaneció muy gris y bastante frío. Aún así mi madre no creía que fuera a nevar. Después de desayunar me puse a quitar el Belén de patchwork. Cuando terminé eran las 10:30 horas, subí a mi azotea a contemplar el paisaje. Estaba observando el pantano del Huéznar cuando noté que comenzaban a caer las primeras gotas de lluvia. Al levantar la vista al cielo, me pareció que me engañaban mis ojos, pues me parecía ver pequeños copos de nieve. Me froté con las manos, volví a abrir los ojos y entonces los ví claramente en las mangas de mi chaleco azul. No podía creérmelo. Bajé la escalera de dos en dos, mientras le decía a mi marido que estaba nevando.
Cogí la cámara de fotos y subimos a la azotea, en ese momento nos dió igual todo, el frío intenso que hacía, el mojarnos con los copos de nieve, no importaba. Sólo queríamos disfrutar del regalo histórico y entrañable que la naturaleza nos hacía.

Me cautivó la transformación que, poco a poco iba sufriendo la sierra y el pueblo. Me quedé extasiada contemplando las caras de los que me rodeaban y cuando la nieve empezó a caer fuerte me resistía a bajar. No me resignaba a tener que contemplarla detrás de los cristales, tenía mucho más campo de visión en la azotea, por un lado el pueblo y por el otro la Sierra.
Estuvo nevando sin parar, unas cinco horas, durante las cuales disfruté como una niña de las caras de familiares, vecinos y amigos, de sus comentarios, risas, anécdotas...... Todos coincidían en que no habían visto nevar tan fuerte en El Pedroso, desde hacía veinte años.

En cuanto dejó de nevar salimos provistos de botas, gorros y bufandas a pasear y gozar del paisaje insólito que nos rodeaba. Me quedé mirando las pisadas en la nieve y recordé entonces otras pisadas, de otras personas que se marcharon pero, que permanecerán por siempre en mi corazón.
Así de bonita nos encontramos la Ermita de la Virgen del Espino, patrona de la localidad. Sus árboles que siempre nos proporcionan sombra y frescor en verano, ahora nos deleitaban vestidos de blanca gala. En esta calle se hilaron mis sueños de niña, aquí inocentemente correteaba y jugaba con mis amigas durante, los fines de semanas y el verano, cuando nos trasladábamos desde la ciudad al pueblo de mi madre, a pasar con mis abuelos maternos las vacaciones.

Nunca, al menos que yo recuerde, he visto la calle así. Ni siquiera en mi imaginación o en sueños, por eso cuando salimos de casa, lo primero que hicimos fue dirigirnos a la que siempre he llamado y llamaré mi calle.

Me encantó la originalidad y creatividad que tuvieron los niños que hicieron este gracioso muñeco de nieve, al que no le faltaba ni un detalle.

Fue para ellos, como un sorprendente regalo, que le habían dejado Sus Majestades Los Reyes Magos, sólo que llegó con cuatro días de retraso.

Este parque recobró aún más belleza bajo el manto puro e inmaculado de la nieve. Algunos de sus árboles desnudos, en invierno, sirvieron de precioso soporte a la nieve y los bancos vacíos lucían hermosos, con sus almohadones de límpia nieve.
Cuando el día iba encaminado hacia el ocaso, la luz se iba suavizando e iba tomando casi más relevancia el azul de las nubes junto a el blanco grisaceo de la nieve. Entonces, ante esta imágen, quise que el tiempo se detuviera y poder robarle al sol unos segundos, para poder deleitarme y grabar en mi retina el regalo que nos había otorgado el día.

Pero el frío, la noche y con ella la oscuridad se adueñó del lugar, aún así a cada rato me asomaba y aunque apenas se podía ver nada.......me quedé antes de irme a dormir, contemplando las calles tras los cristales, en ellos veía reflejados, los rostros, los ojos y las miradas ilusionadas de los que más quiero y de todos, que fueron muchos, los que aquel día tomamos las calles para gozar y vibrar de nuestro entrañable y dulce regalo.

Una extraña nota.

!Buenas noches!, soy Olson el duende número 93 de Sus Majestades Los Reyes Magos de Oriente. En este momento es la una y veinte de la noche, miles de pajes y duendes, como yo, estamos ayudando a repartir millones de regalos entre todos los habitantes de esta tierra. Acabo de entrar en el hogar de Estrella y nos hemos llevado una sorpresa. Nos ha dejado una nota junto a unos dulces muy sabrosos y un buen chocolate caliente, pues la noche es bastante fría.

La nota ha sido una sorpresa, no sé como se lo tomarán Sus Majestades........pero a mí me ha parecido de lo más emocionante. Nunca he hecho nada igual. Estrella nos pide algo muy extraño.......dice algo así: "Que vayamos a su blog..... y que realicemos un sorteo entre todas las amigas que le dejaron un comentario en su última entrada". Sus Majestades me han encomendado esta tarea. Yo no sé a que se refiere Estrella con esta nota......¿Alguien me puede ayudar?.

!!Pero si tenéis que estar todos dormidos!!, como se enteren Sus Majestades Los Reyes Magos que aún andáis por aquí..........se enfadarán y mucho. !!Ya sé lo que haré!!, le preguntaré a mi compañera Philena. Ella es muy lista y sabrá de qué va esto. Además es muy guapa, adorable, encantadora...........bueno que esto no tiene nada que ver con el encargo que nos ha dejado Estrella.

Menos mal que puedo contar con la ayuda de Philema. !Ella es tan buena!. Me ha dicho que ponga en unos papelitos, los nombres de las participantes y los introduzca en una caja, remueva bien los papelillos y coja uno al azar, ese será el ganador. !Cuanto sabe Philema!.

!Caja!, !caja!.........no encuentro ninguna por el salón, y no quiero despertar a los moradores de esta casa. !!Ya sé!! Me trasformaré en caja, los duendes de Los Reyes Magos estamos capacitados para esto. Además así puedo impresionar a Philema.
!Ya está! Si miráis en mi saquito de la suerte, veréis a la ganadora de este sorteo. !!Felicidades Imita!!. Espero que Estrella acierte con el regalo y te guste muchísimo. Aunque te van a llegar antes los regalos de Sus Majestades !!Claro!!.

Ahora me tengo que ir, Sus Majestades ya han terminado en la casa de Estrella y tenemos que continuar nuestro camino. La noche es larga, pero tenemos mucho trabajo por delante y no nos podemos entretener demasiado. Me ha gustado mucho esta nueva experiencia, me asusté un poco cuando me asomé a esta ventana que llamáis internet.......pero con Philema a mi lado.......me vuelvo valiente, fuerte y capaz de todo.

Me gustaría poder deciros los regalos materiales que encontraréis durante la mañana en vuestros hogares..........pero no me está permitido. Aunque.............si os puedo decir que al llegar a la puerta de cada casa Sus Majestades sacan para todos, a manos llenas.......de sus alforjas,..........Salud, Paz, Amor, Trabajo, Esperanza, Ilusión, Mágia, Sueños, Alegrías, Inocencia............y mucha Felicidad.

No sé si podré venir a visitaros otra vez........de todas formas......me gustaría desearos..........!!!Felices Reyes Magos!!! !Hasta Otra vez!, Philema y Olson.