Tilda Campesina.

He de admitir que a mí no me gustaban demasiado las muñecas Tilda. No me llamaban especialmente la atención, pero desde que hice la primera me acabó enganchando y reconozco que se disfruta mucho haciéndolas y personalizando cada detalle.

A mi madre, por el contrario les gustaban mucho desde el principio estas muñecas así que, pensando en ella y en sus gustos, me puse a hacer una muñeca Tilda, pero un poco a mi manera. No he seguido ningún patrón predeterminado, sino que entre los patrones Tilda que tenía he confeccionado uno que me venía bien con lo que tenía pensado hacer.

En la comunión de mi sobrino Jesús regalararon como detalle a las invitadas, una coqueta bolsita con forma de sombrerito de paja, en cuyo interior había unos jaboncitos artesanales. Nos gustó mucho el sombrerito y pensé en convertirlo en broche......pero era demasiado grande.

Así que ella, me dijo que iba a ponérselo a una preciosa muñeca de porcelana que posee. Finalmente no pudo adaptarlo pues la muñeca era demasiado grande, pero sin pretenderlo me dió la idea para la muñeca que pensaba regalarle. Así que me puse manos a la obra e inspirándome en el sombrerito fue surgiendo esta muñeca. En la foto os dejo un detalle del bolso de cuerda que lleva.

Una vez terminada la muñeca llegaron los detalles, personalizar a juego el sombrerito, hacerle los zapatitos, el bolso de cuerda y lo que más me costó fue customizar esta mini-cestita de mimbre, pues no encontraba un encaje pequeño que le fuera, al final lo hice yo misma de bolillos y creo que no quedó del todo mal.

Lo más importante es que a mi madre le gustara y parece que así fue, al menos por la cara de sorpresa que puso. El día que se la regalé yo no podía dejar de mirar a mi madre pues en su mirada, descubrí la niña tierna que aún vive dentro de ella y que yo nunca conocí.